Ya sea porque es viernes, ¡por fin!, porque hay partido de fútbol o porque el día ha sido especialmente duro y te mereces un premio, una pizza es un plato con el que siempre acertarás.
La rutina, la falta de tiempo o el cansancio pueden hacer que los menús diarios se tornen aburridos. Las cenas son las principales damnificadas porque el final de la jornada suele llevar de la mano a la fatiga acumulada a lo largo del día y, muchas veces, se improvisa con cualquier cosa que haya en la nevera y sea fácil de preparar. Eso suele dar como resultado platos no demasiado emocionantes. Sin embargo, preparar una cena especial no tiene por qué ser necesariamente trabajoso. Una pizza refrigerada de calidad acompañada con los alimentos adecuados es un lujo fácil y rápido.
Opciones muy atractivas de pizzas deliciosas
No todas las pizzas refrigeradas que se encuentran a la venta son iguales, por supuesto. Las hay más sencillas, elaboradas con ingredientes habituales y otras con elementos sorprendentes, más exquisitas. Todas son válidas según el momento.
Deleitum ofrece dos propuestas muy especiales. Una de ellas es la pizza de jamón y queso manchego con denominación de origen, salsa de tomate italiano y masa de triple fermentación en 48 horas. Está cocida en horno de piedra y ha sido elegida Producto Marca Distribuidor del Año. A su lado, se encuentra la pizza de 6 quesos con crema de trufa, que está elaborada en horno de piedra y su masa es de triple fermentación en 48 horas. Además, ha obtenido el Premio Sabor Superior de 2024. Buenas opciones, ¿verdad? Mejores incluso cuando sepas que sus envases tienen el certificado FSC.
Y además de pizza…
Puedes completar el menú con estas opciones y hacerlo más especial aún.
❍ Entrante: sirve una ensalada de rúcula con nueces, pera, queso de cabra y vinagreta de miel y mostaza. O bien una ensalada caprese clásica con mozzarella fresca, tomate y albahaca rociada con aceite de oliva virgen extra y balsámico.
❍ Postre: el tiramisú siempre es un acierto, aunque tampoco fallan una buena panna cotta o un helado de pistacho o vainilla.
❍ Cierre: el broche final puede ser un buen café espresso (descafeinado, si alguien se desvela) o un digestivo, como un limoncello, un amaretto o un grappa.
¿Sabías que…?
Aunque hoy asociamos la pizza con Italia, los primeros registros de un plato similar se remontan a la Antigua Grecia, donde se horneaban panes planos con hierbas, ajo y cebolla. ¡Incluso los soldados persas, en el siglo VI a. C., ya cocinaban panes sobre sus escudos con queso y dátiles! Fue en Nápoles, Italia, en el siglo XVIII, donde la pizza, tal y como la conocemos, con tomate, se popularizó. La pizza Margarita fue creada en honor a la reina Margarita de Saboya en 1889, con los colores de la bandera italiana: albahaca (verde), mozzarella (blanco) y tomate (rojo).