Durante años, el abuso del plástico ha hecho mucho daño a nuestro planeta, pero ha llegado el momento de parar esta destrucción. Cada día, son más las empresas que ponen su granito de arena para que, entre todos, logremos reducir su consumo.
Cada año, 200 millones de toneladas de residuos de plástico acaban tirados en espacios terrestres y marinos. Plásticos que, en su gran mayoría, provienen del consumo humano. Y es que casi 3 de cada 10 personas reconoce que el plástico y los productos envasados les producen una mayor sensación de higiene y seguridad, aunque, al mismo tiempo, más de un 40 % de los consumidores estarían dispuestos a cambiar el formato por uno más sostenible. Así, la pelota está en el tejado de todos: consumidores, grandes empresas y gobiernos. ¿Vas a cerrar los ojos?
Grandes iniciativas contra el plástico
El plástico de un solo uso está muy arraigado en nuestra sociedad, por lo que impulsar el cambio requiere de mucha creatividad, innovación y grandes iniciativas por parte de todos. Hasta hace muy poco, usábamos indiscriminadamente las bolsas de plástico.
Hoy en día, en cambio, contamos con diferentes alternativas para sustituirlas: por ejemplo, los supermercados ya ponen a disposición de sus clientes bolsas de papel, de tela o de rafia como alternativa a las de plástico. A esta opción, debemos sumar otros muchos pequeños gestos que todos podemos adoptar desde casa para poner freno al exceso de plástico en nuestra basura:
Compra a granel y reutiliza todas las bolsas que tengas (incluso si son de plástico). Puedes usar bolsas tipo red, muy útiles también a la hora de guardar alimentos. Al circular el aire, mantienen las frutas, verduras y hortalizas frescas durante más tiempo.
Adiós al film transparente. Sustituye el plástico para envolver los alimentos o tapar algún cuenco o ensaladera usando envoltorios de cera de abeja, de silicona o de materiales biodegradables. Para envolver el bocadillo, existen bolsas con unos diseños llamativos y atractivos que, además, son sostenibles, porque son reutilizables, lo que supone un cambio positivo en nuestros hábitos de consumo.
El fin de las anillas de plástico
Que los mares y playas, así como los campos y montañas, sean paisajes idílicos en los que la flora, la fauna y los humanos vivamos en armonía depende de nosotros. Es tan sencillo como adoptar pequeños gestos que cambiarán nuestro entorno en positivo.
Y llegó el cambio: alteza ha eliminado las anillas agrupadoras de los embalajes de sus latas de refresco. Esto supone una doble ventaja; por una parte se elimina el riesgo que suponen las anillas agrupadoras para la vida marina. Por la otra, se reduce el uso de plástico virgen, a la vez que se aumenta la reutilización de plástico (dándole una segunda vida), a través del uso de plástico reciclado en en estos envases. El objetivo es claro: reducir el plástico de forma gradual para cuidar del medioambiente y enfocarnos en un futuro más sostenible. Y es que no debemos olvidar que el cuidado de la naturaleza afecta directamente a nuestra salud y a la de las generaciones futuras.
Si te ha gustado este artículo, seguramente también te interesarán estos 10 consejos para no desperdiciar comida.