La mayoría de los hogares guardan más objetos de los imprescindibles. ¿Somos capaces de renunciar a ellos o acabamos convirtiéndonos en esclavos de lo material?
Algunos apelan a Marie Kondo, la nueva gurú del orden, para aligerar sus pertenencias materiales. Otros, al minimalismo.
Sea como fuere, hay una corriente que aboga por deshacerse de lo que no necesitamos y vivir en espacios menos llenos de objetos. ¿Cómo conseguirlo? ¿Qué tienes que saber para renunciar a lo que ya no usas?
¿Por qué es importante?
Podría parecer que los objetos no influyen en nuestra vida, pero lo hacen más de lo que creemos, para bien y para mal. Por un lado, nos evocan sensaciones, emociones y recuerdos. Y, por otro, ocupan un espacio y precisan de un tiempo para ser ordenados, mantenidos o almacenados. Aprender a desprendernos de lo que no tiene una vinculación sentimental con nosotros es importante, pues, según el minimalismo, nos hace más libres, nos permite ser más conscientes de lo que consumimos y nos ayuda a ganar tiempo al tener que organizar menos cosas como los armarios de ropa, las alacenas de la cocina o los muebles del salón.
¿Te hace feliz?
Hay una categoría de objetos que se vuelve intocable. Son aquellos que nos hacen felices. Si es así, no merece la pena pensar en deshacerse de ellos. Pero si no es así y te resulta indiferente, lo mejor es concluir que ha llegado el momento de librarte de él.
Otra técnica para decidir sobre cosas no sentimentales, como algún utensilio de cocina, es pensar si lo has utilizado en el último año. Si no es así y no tienes previsión de usarlo en el mes siguiente, debes deshacerte de él. Para evitar el sentimiento de culpa que acecha cuando nos despojamos de algo, Marie Kondo aconseja “despedirnos” del objeto, agradeciéndole lo que nos aportó.
Por áreas y en soledad
Entre las sugerencias de Marie Kondo para hacer esa limpieza material de objetos que ya no usamos está acometer la tarea en solitario. Cuando se hace con otras personas, pueden surgir más dudas, especialmente si son niños pequeños, que nunca ven el momento de deshacerse de sus juguetes, aunque lleven tiempo sin usarlos.
Además, es importante que la revisión se lleve a cabo por áreas y no por habitaciones y que se empiece y acabe sin dilaciones de tiempo.
Así, si se va a organizar la ropa, hay que revisarla toda y quedarnos solo con la necesaria. Es un buen comienzo para ir desprendiéndose de cosas, ya que es sencillo identificar si te has puesto una prenda recientemente o solo está ocupando sitio en tu armario.
Tanto para la ropa que no se usa como para los objetos “olvidados” en cajones, Marie Kondo recomienda no buscar otros lugares menos accesibles para guardarlos, sino deshacerse directamente de ellos.
¿A dónde va lo que no quiero?
Cuando te decidas a hacer limpieza de aquellos objetos materiales que no necesitas, debes saber que hay una segunda parte que resolver: ¿qué hacer con ellos? Puedes regalarlos o donarlos a alguna institución benéfica (lo que dará más sentido a la dificultad para desprenderte de ellos). También puedes venderlos en alguna web o tienda de segunda mano. En este caso, debes pensar si te compensa el esfuerzo en relación a lo recaudado. Y, por último, está la opción de tirarlos a la basura o llevarlos a un punto limpio.
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