Con la llegada de la primavera se intensifican las tareas de limpieza y acondicionamiento de distintas zonas y elementos de nuestras viviendas. Especialmente, aquellas que tienen que ver con las actividades al aire libre propias del buen tiempo. Es hora, pues, de concentrar nuestra atención en toldos y persianas, siempre con la prevención de haber realizado un mantenimiento adecuado durante los meses de frío.
De hecho, hay determinadas actuaciones de nuestro día a día que pueden parecer inofensivas y, por el contrario, ser bastante perjudiciales para estos elementos del hogar como, por ejemplo, colgar una percha de las barras de la estructuras de nuestro toldo para secar alguna prenda de vestir, algo que puede propiciar que éstas se oxiden.
Lo ideal es revisar el toldo al menos una vez cada trimestre. Si se advierte un exceso de polvo o suciedad, mejor actuar en ese momento que dejar que se incruste, ya que tejidos y estructuras podrían dañarse. Si disponemos de una manguera, esta tarea será mucho más sencilla. Basta con desenrollarlo, limpiarlo con el chorro de agua y dejar que seque perfectamente antes de volver a recogerlo, ya que el agua es muy perjudicial para los toldos.
Los toldos de lona se limpian mejor con un aspirador, ya que permite retirar el polvo totalmente. Y si hay manchas persistentes, prueba a frotar con una disolución de amoniaco. Cuanto más tiempo tardes en eliminar las manchas, puede que más difícil te resulte quitarlas.
En los toldos de tejidos plásticos la fórmula más eficiente pasa por limpiarlos con agua jabonosa y una esponja. Si queremos acceder fácilmente a sus zonas más complicadas, podemos usar una escoba impregnada en esa solución.
Para las partes metálicas es recomendable que uses productos adecuados para ello, pero recuerda no utilizar ningún paño o estropajo que pueda rayar el aluminio. Procura que sea suave, de micro fibra o cepillos con cerdas muy suaves.
Ten en cuenta que el agua es uno de los principales enemigos de los toldos, sobre todo los de lona. Por ello, el paso básico para un buen mantenimiento de toldos es retirarlo siempre que llueva, nieva e incluso cuando haga viento. Y en el caso que no hayas podido evitar que se moje, lo mejor que puedes hacer es esperar que esté perfectamente seco antes de enrollarlo ya que sino puede formarse moho y estropearse la tela.
Otro punto importante a tener en cuenta en los toldos, especialmente los automáticos, es revisar el motor. Debes echarle un vistazo al menos una vez al año, sobretodo antes o después del verano, que es cuando más uso se le da.
Siguiendo estos sencillos consejos conseguirás que tus toldos y persianas se mantengan en perfectas condiciones aún con el paso de los años.